Pondré como ejemplo una clase con alumnos mayoritariamente problemáticos, ya que el sistema los suele agrupar en las mismas clases para que no disturben a los alumnos "buenos".
La situación no sería un caso aislado, sino una contante. El profesor trata de impartir su clase pero los alumnos estás distraídos, hablando, jugando, interrumpiendo. El profesor no debe intentar seguir con la clase como si nada, ya que es como dar clase a la pared. Lo mejor sería que para ese grupo en concreto, plantease la clase de otro modo, menos enfocado a la teoría y más enfocado a la aplicación del conocimiento mediante sistemas entretenidos. Yo he estado en clases de este estilo y el problema no es que no interese nada, es que no interesa de esa forma. Todos estábamos deseando participar siempre que se proponía una actividad diferente, lo que no nos gustaba era estar escuchando en una mesa.
Muy importante en estas actividades: hacerte cargo de cómo son estos alumnos, no coartarlos con la severidad típica de un profesor o perderás su respeto. Hay que dejar que sean naturales, que bromeen, que se vayan por las ramas (tratar de reconducirlos con sutileza, no con severidad). Con ellos no se puede ser un profesor aburrido, respetan más al profesor que es más laxo en cuanto a disciplina, sin por ello dejar que la clase se descontrole.
En definitiva, la forma de tratar con alumnos problemáticos es encontrar una forma de reconducir sus habilidades que no serán las mismas que las de otros alumnos y puede que precisamente ese sea el motivo de que se aburran y molesten.
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