Actividad de reflexión y análisis 10

Hace años (bastantes, de hecho) uno de los padres trabajaba y el otro cuidaba de la casa y a los niños. Los niños iban al colegio y después tenían la tarde para hacer deberes y jugar. En las aulas, prácticamente participaba sólo el docente, mientras que los niños guardaban silencio, salvo que les preguntase. En aquel entonces, la participación de los padres o los alumnos no estaba especialmente valorada.

Actualmente el modelo de familia ha cambiado. Es mucho más frecuente encontrar familias con un solo progenitor o con dos, pero ambos con trabajo. Los niños salen del colegio y están apuntados a todas las actividades extraescolares posibles. Muchos profesores siguen dando sus clases como hace años.

A donde quiero llegar con esta reflexión es a que antes que había tiempo para la participación escolar, no se valoraba y ahora que se pide tanto, resulta incompatible con la vida laboral. Alguien con una jornada laboral que le ocupa gran parte del día, no está interesado en participar en los temas del colegio. Un niño que tiene todo el día ocupado por actividades, sólo quiere acabar cuanto antes para vivir un poco. Un profesor que hace una gran cantidad de horas de su jornada laboral, no va a esforzarse por fomentar la participación si nadie se va a interesar.

Nadie tiene tiempo de nada porque un día dejamos de trabajar para vivir y empezamos a vivir para trabajar.